Los fraudes bancarios, también conocidos como delitos financieros, son acciones ilegales diseñadas para obtener dinero o información personal de las personas o instituciones financieras. En Chile, los fraudes bancarios han experimentado un aumento significativo en los últimos años y la Ley 21.234 busca limitar la responsabilidad del usuario de medios de pago ante casos de extravío, hurto, robo o fraude.